Es sorprendente asistir al juego de poder en que vivimos cotidianamente, todos buscando el propio interés. En la vida diaria te enfrentas a pequeñas, casi insignificantes, situaciones que ponen en práctica los mayores tratados de estrategia y fuerza de compensación. Todos creemos tener razón, todos tenemos un punto de vista, una opinión. Si vemos la misma situación en otros podemos ser imparciales, justos y comedidos, pero todo cambia cuando somos nosotros mismos “los pobrecitos”.
La visión superficial con la que miramos al otro nos da una perspectiva errónea de sus motivaciones, provocando con ello su frontal rechazo. Desde el que pide un poco de comprensión para su problemática situación en lo alto de la torre del homenaje, hasta el que sostiene su derecho a descansar el brazo de la espada a horas convenidas. Todos por igual en exigencia de comprensión y falta de la susodicha.
Si te apartas un poco y observas lo que ocurre a tu alrededor aprendes mucho en poco tiempo. Que todos somos iguales dependiendo de dónde estemos en cada momento. Que los refranes no los escribieron literatos sino gente que pidió a uno al que había visto pedir o sirvió a otro del que había oído que sirvió.
No nos diferenciamos gran cosa de aquellos que nos precedieron. Sí, sabemos teclear prosopopeya en Google y buscar en la Wikipedia las figuras literarias. También sabemos conducir un coche y hablar por el manos libres al mismo tiempo. Algunos saben, incluso, lo que es el IBEX 35.
En lo que no hemos cambiado es en no reconocernos a nosotros mismos en aquél que tenemos enfrente. Que sí, es más guapo que yo, tiene más dinero que yo y se peina con la raya al lado. Pero por dentro, allí donde todo se fabrica, en lo alto, bajo la dura y gruesa capa de hueso que recubre su cerebro, sus neuronas envejecen y van muriendo al mismo ritmo que las mías.
La visión superficial con la que miramos al otro nos da una perspectiva errónea de sus motivaciones, provocando con ello su frontal rechazo. Desde el que pide un poco de comprensión para su problemática situación en lo alto de la torre del homenaje, hasta el que sostiene su derecho a descansar el brazo de la espada a horas convenidas. Todos por igual en exigencia de comprensión y falta de la susodicha.
Si te apartas un poco y observas lo que ocurre a tu alrededor aprendes mucho en poco tiempo. Que todos somos iguales dependiendo de dónde estemos en cada momento. Que los refranes no los escribieron literatos sino gente que pidió a uno al que había visto pedir o sirvió a otro del que había oído que sirvió.
No nos diferenciamos gran cosa de aquellos que nos precedieron. Sí, sabemos teclear prosopopeya en Google y buscar en la Wikipedia las figuras literarias. También sabemos conducir un coche y hablar por el manos libres al mismo tiempo. Algunos saben, incluso, lo que es el IBEX 35.
En lo que no hemos cambiado es en no reconocernos a nosotros mismos en aquél que tenemos enfrente. Que sí, es más guapo que yo, tiene más dinero que yo y se peina con la raya al lado. Pero por dentro, allí donde todo se fabrica, en lo alto, bajo la dura y gruesa capa de hueso que recubre su cerebro, sus neuronas envejecen y van muriendo al mismo ritmo que las mías.
Busqué la ciencia, y me enseño el vacío.
Logré el amor, y conquisté el hastío.
¡Quién de su pecho desterrar pudiera,
la duda, nuestra eterna compañera!.
¿Qué es preciso tener en la existencia?
Fuerza en el alma y paz en la conciencia.
No tengáis duda alguna:
felicidad suprema no hay ninguna.
Aunque tú por modestia no lo creas,
las flores en tu sien parecen feas.
Te pintaré en un cantar
la rueda de la existencia:
Pecar, hacer penitencia
y, luego, vuelta a empezar.
En este mundo traidor,
nada es verdad, ni mentira,
Todo es según el color
del cristal con que se mira.
Humoradas
Ramón de Campoamor
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Muy acertado y preciso. Me lo llevo a mi muro con tu permiso. :)
ResponderEliminar¡Rubia! Gracias por pasarte ;)
EliminarSi, opino lo mismo, muy acertado.
ResponderEliminarEl poema no lo conocía, soy más de novelas, pero aquí queda perfecto.
Un beso.
Yo tampoco domino la poesía, no siempre la entiendo, pero es como la música, cuando te gusta, te gusta.
EliminarUn beso
Sí, parece que no aprendemos. O que aprendemos lo que nos conviene, que no siempre -al menos éticamente- es lo mejor. Tropezamos una y otra vez en las mismas piedras, seguimos viendo la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio... Y eso que somos los seres "racionales" del reino animal...Para más inri, servidora no entiende la bolsa pese a conocer -que no comprender- lo del ibex 35...Menos mal que mi cristal, ese de color cálido, a través del que miro, lo tiñe todo y aunque sé que la realidad es gris, ese gris se torna cálido y me devuelve la esperanza.
ResponderEliminarAbrazotes
Eso es lo que intentamos corregir a fuerza de vivir ¿verdad?, el ser capaces de hacernos un poquitín mejores cada día.
EliminarUn beso!
Por eso yo soy partidario de que, al menos una vez al mes, todos llevemos colgado un espejo, para que al mirar al otro, nos veamos en él.
ResponderEliminarNo me gustan nada los espejos, Quanta, porque cuando miro no me reconozco. Pero sé a qué te refieres y es exactamente lo que pretendía decir.
EliminarSaludos
Tu reflexión es estupenda tremendamente acertada, vivimos actualmente utilizando en demasía la ley del embudo donde la parte ancha siempre es para nosotros y la estrecha para el que mira
ResponderEliminarUn saludo
Supongo que todo iría mejor si tuviésemos una mirada más abierta y una vara de medir igual para todos. O, directamente, si no tuviéramos vara ¿no te parece 40añera? ;)
EliminarUn saludo y gracias por pasarte!
Hola, cuánta razón tienes hoy como ayer nada ha cambiado, salvo las personas o mejor dicho sus nombres y profesiones. En lo referente al envejecimiento de la neuronas, en los cerebros de ciertos energúmenos, por todos conocidos de nuestro días, es una pena que no envejezcan más deprisa, y así ahorrarnos la vergüenza de leer las noticias tan desagradables que se publican día tras día.
ResponderEliminarHoy es la primera vez que visito tu blog, mi más sincera felicitación, su contenido, muy interesante.
Un saludo Canela
Bienvenida, Canela, espero verte por aquí a menudo, me encanta el olor a canela. Decía una amiga mía que solo con que cada uno se preocupase de mantener limpio su metro cuadrado no existiría la suciedad en el planeta. Eso vale para todo ¿no crees?
EliminarUn saludo!
Llegué a esta entrada porque la vi en Facebook en el muro de Fernando Rivas. Cuánta razón tienes, Antonia, estamos inmersos en egoísmos y solo nos dedicamos a contemplarnos el ombligo. Me ha encantado el poema, quedó perfecto.
ResponderEliminarMuchos besos!
Blanca
Hola Blanca, qué bien que estés aquí. Me alegra que te haya gustado el poema, es uno de mis favoritos.
EliminarMuchos besos!
Hemos llegado a tal punto no ya de egoismo, si no de egocentrismo, de individualismo kamikaze que nada mas tienes que escuchar hablar a alguien y contar las veces que dice la palabra "yo" y las pocas veces que pronuncia "nosostros"...
ResponderEliminarUna pena este mundo....y va a peor...
Mil besos.
Además es mucho más enriquecedor y divertido el "nosotros". Yo tengo facilidad para escuchar, supongo que ser escritora ya lo tiene eso. Me gusta saber lo que los demás tienen que contarme, lo que ellos quieran, por supuesto, y aprendo mucho de muchas cosas. Y no pienses que el mundo va a peor, eso es lo que quieren que creamos y no debemos dejarles que nos convenzan. No es cierto. Solo hay que pensar en Atila y los Unos, o en las Guerras mundiales. Hay que sonreirle a la vida, si te dejan.
EliminarMe parece muy acertada esa sugerencia de apartarse un poco y mirar las cosas con un poco de perspectiva,con cierta distancia no exenta de emoción. Y sin prejuicios. Se aprende mucho,no hay duda. Precioso texto. Pero a parte de eso,necesario.Un saludo
ResponderEliminarLos prejuicios son muchas veces inevitables porque todo lo que vivimos deja una idea en nuestro cerebro, pero lo que dices de apartarse un poco y mirar las cosas con perspectiva estoy segura de que ayuda a mantener esos pre-juicios a raya.
EliminarUn saludo!
entretenido che, y con certezas,
ResponderEliminarsaludos
Hola Omar, me alegra que te haya entretenido ;)
EliminarSaludos
Una tira de Quino siempre es una excelente rúbrica para un post tan bueno como este ;)
ResponderEliminarSaludos!!
Muchas gracias, Wolfville, así da gusto :))))
EliminarSaludos!
No todo es blanco, negro o gris, todo depende del matiz, busca y aprende a distinguir....
ResponderEliminarEs una estrofa de una canción de Mago de Oz.
un abrazo de saborescompartidos
Muy bueno el Mago de Oz y muy filosófico. Si en realidad todo está dicho ya ¿verdad?. Me alegra verte por aquí, sabores.
EliminarUn abrazo!
Siento haber llegado tarde, pero eso sí, he venido para quedarme.
ResponderEliminarMe gusta tu blog.
Espero que estés como en tu casa. ¿Qué digo? ¡Mejor que en tu casa!
EliminarBesos!
Un estupenda entrada que comparto al 100%.
ResponderEliminarBesos,
¡Qué cara te vendes, chica! Me alegro de que te haya gustado.
EliminarBesines ;)
ENOHABUENA,TIENES UN BLOG MUY CHULO...UN SALUDO DESDE ALMERÍA.-
ResponderEliminarGracias anjespinosa, vuelve siempre que quieras.
EliminarUn saludo desde Barcelona!
Os agradezco mucho vuestros comentarios, he tenido unas semanas de locura y no he podido visitaros ni responderos, pero os quiero igual. A pesar de que el trabajo apretará durante unas cuantas semanas, voy a trataros como merecéis.
ResponderEliminar¡Besos y abrazos!
¡¡Sí pudieramos sacar las acuarelas y pintar nuestra vida!! Pero...lo realmente bonito...es que podemos!! Quizá no tengamos todos los colores que queremos en nuestra paleta, pero...siempre se puede hacer algo.
ResponderEliminarNo suelo ver noticias, porque me deprimen, pero el otro día, vi una...que me emocionó...y es que hay personas que ofrecen sus casa a quien no tiene nada por la situación de crisis. Y es curioso como esas personas lo hacía, porque recordaban a sus padres que lo hicieron con otra gente...con quienes hacían la mili, etc...
En fin...Antonia, me ha encantado leerte, pero quiero decir y gritar...que aún, hay esperanza...aunque sea la de una vela.
Un abrazo y que tengas un buen día...(me ha gustado mucho leer esta entrada y las fotos que la acompañan).