martes, 29 de abril de 2014

Desde las tripas

Hace tiempo que quiero escribir esta entrada, pero sinceramente, no sabía cómo enfocarla. 

He decidido hacerlo desde las tripas y en ellas incluiré también el corazón, porque esa es la manera en la que escribo y creo que es lo mejor de mí. 

Cuando decidí subir mis novelas La tumba compartida y Peso cero, a Amazon, no imaginé nada de lo que después ocurrió. Ni por asomo creí que una novela mía llegara al número uno de los más vendidos, ni que consiguiera con ello miles de lectores. Tampoco esperaba que una editorial se fijase en mí. 

Lo único que buscaba eran lectores. Esos lectores que llegaron a mí de manera inesperada y totalmente incomprensible. Que me eligieron sin conocerme: apenas sabía utilizar Twitter y no tenía amigos en Facebook. 

Los lectores me arroparon, me hicieron soñar con que la magia era posible, que podías llegar a ellos sin necesidad de intermediarios. Vendía más de doscientas novelas cada día y cada día me despertaba pensando que había sido un sueño. 

Y entonces llegó Ediciones B. Querían publicar La Tumba compartida en papel. Incluirían mi novela en la colección La Trama, el buque insignia de la Editorial. Mientras, B de Books gestionaría el digital. Incluso me pidieron la novela inédita en la que estaba trabajando, la primera de mi saga juvenil, para publicarla también.

Y ocurrió algo incomprensible. En el momento en que ellos subieron las novelas a Amazon los lectores fueron desapareciendo. Me abandonaron. Y no fue un lento peregrinar (que diría aquel). Se marcharon de golpe. Me retiraron su cariño y su apoyo.

Durante un tiempo me sentí responsable, creí que no hacer una propaganda constante de mis obras era la causa. Incluso una persona de la editorial (no mi editora) me dijo que debía "moverme" que debía "vender la novela". Yo, ilusa de mí, creí que eso era precisamente lo que hacía una editorial. Que mi función en aquella ecuación era la de escribir, escribir y escribir. La suya: vender.

Aquello me hizo trastabillar un poco, perder el rumbo, autoflagelarme con las listas y la posición de mis colegas de editorial en ellas, compararla con la mía. Buscando siempre qué hacía mal o qué no hacía y debería hacer. 

Empecé a ver números por todas partes y desaparecieron las letras. Las letras que hasta ese momento yo creía que era lo único verdaderamente importante. 

He visto cómo se ha repetido mi caso con un@ y otr@ y otr@ y otr@ compañer@. Escritor@s que tuvieron éxito como independientes y que han visto caer sus ventas al llegar a la editorial. He visto cómo se deprimen y cómo se preguntan por qué sin encontrar respuesta. He visto también cómo brotaban las envidias y los celos. Las luchas por los números de venta. 

Y ahora me encuentro aquí, escribiendo esta entrada para mi blog, un blog que publico desde 2005 y que me ha acompañado en todas mis aventuras literarias. Y lo veo todo con la perspectiva necesaria. Porque ahora sé qué es lo que quiero y que no. 

Me gusta escribir, además de ser una necesidad que me mantiene cuerda. Es lo que más me gusta en el mundo, más que el helado de chocolate, más que el cine, más que los paseos por la montaña cuando las hojas tienen ese verde brillante... Yo nací para escribir. 

Y eso es algo que solo tiene que ver conmigo y con la historia que quiera contar en cada momento. 

Sigo deseando lectores. Siempre habéis sido lo más importante y siento un enorme agradecimiento por vuestra generosidad. Vosotros sois quienes decidís qué novela llega a lo más alto y cuál se quedará en el limbo de las novelas no leídas. Solo vosotros, ahora lo tengo claro. 

Yo seguiré escribiendo y esperando que lo que escriba encuentre lectores. Pero ya no escucharé más el canto de las sirenas.


jueves, 24 de abril de 2014

Entrevista con Gabri Ródenas

—Soy un escritor que cuenta una historia con final feliz. Me di a conocer autopublicando mis novelas. La revista Qué Leer me “bautizó” como el escritor hacker debido a mis curiosos métodos de promoción. Acabo de firmar un contrato con la editorial B de Books, señal de que los sueños jamás deben ser abandonados.
—Bienvenido a tu casa, Gabri. ¿Qué hace un filósofo en esto de la literatura de ficción?   
—En una ocasión le preguntaron a Noam Chomsky cómo un profesor de lingüística en la Universidad se había convertido en anarquista. Su respuesta fue que la pregunta debía formularse al revés. Mi caso es algo parecido. La filosofía me ha aportado un utillaje muy valioso para poder comprender de una manera profunda la realidad que me rodea –la que nos rodea a todos-. Todas mis novelas tienen algo de filosófico, aunque para advertirlo haya que rascar un poco la superficie de la ficción.
Creo que todos los escritores practicamos algún tipo de filosofía cuando escribimos, de no ser así nuestras obras carecerían de significado y sería como comerse el aire. Si uno es consciente de ello, es otro tema. Sin embargo yo soy de las que piensa que merece la pena hacer partícipe al lector de ese mecanismo filosófico, dejando que intervenga con su propia visión de la historia. Veamos qué somos capaces de "descubrir" detrás de tus respuestas a mi particular cuestionario.

1. ¿Qué rasgo de tu personalidad como escritor destacarías?
Canalla. Sin duda es la cualidad que mejor me define como escritor.

2. ¿Qué cualidad esperas de un escritor o escritora?
Que me entretenga, pero también que amplíe mis miras. Un escritor que sólo me divierte, paradójicamente, acaba aburriéndome.

3¿Qué esperas de tus amigos cuando les das a leer un manuscrito?
De ellos espero sinceridad; deseo que su opinión me ayude a corregir fallos que se me hayan podido pasar por alto.

4. ¿Cuál crees que es tu principal defecto a la hora de escribir?
No sabría decirte si se trata de un defecto, pero puedo adelantarte que soy un escritor bastante lento y, en ocasiones, disperso.

5. ¿Cuál es tu ocupación favorita?
Escribir, leer, alguna casi inconfesable –aunque creo que compartida por todos- y, por supuesto, estar con mi familia y seres queridos.

6. ¿Cuál es tu sueño de felicidad?
¡Ah, la felicidad…! Me pillas en bragas…

7. Si pudieras ser otra persona ¿quién te gustaría ser?
En cierto modo, ya lo soy (y tú también) cada día. Un escritor es una persona que vive muchas vidas y una sola muerte.

8. ¿Dónde te gustaría vivir?
En una isla paradisiaca, ¡pero con conexión a Internet!

9. ¿Cuál es tu lugar favorito para escribir?
Bueno, favorito o no, siempre escribo en mi estudio.

10. Tus novelas favoritas son:
El periodista deportivo de Richard Ford, cualquier colección de cuentos de Raymond Carver, El libro de las ilusiones de Paul Auster, 1984 de Orwell… ¡Me pones en un aprieto!

11. Esas novelas que no pudiste terminar por…
Me aburren o están mal escritas.

12. Tu héroe o heroína de ficción
Tony Stark / Ironman. También le tengo aprecio a James Bond o al Frank Bascombe de Richard Ford.

13. Tu pintor favorito
René Magritte.

14. Tu compositor favorito
Eddie Vedder y Pearl Jam como compositor-banda y Tom Waits y John Zorn como compositores.

15. El escritor o escritora que más admiras.
Richard Ford y Carver.

16. ¿Qué talento natural te gustaría poseer?
La capacidad de cantar bien.

17. ¿Qué le pides a la literatura?
Que no me abandone nunca.

18. ¿En qué momento considerarías que has triunfado en la vida?
El triunfo en la vida es para mí una mezcla de éxito (en el sentido de reconocimiento) profesional y armonía familiar.

19. ¿Cómo crees que será tu vejez?
No soy capaz de imaginármela, aunque mi esposa asegura que seré un maldito cascarrabias [Risas]

20. ¿Cómo desearías morir?
Mejor mientras duermo, sin enterarme de nada y sin manchar el parqué.

21. ¿Cuál es tu lema?
Nada es imposible.

—Me parece curioso que la mayoría de escritores respondan a la pregunta 16 deseando un talento natural relacionado con la música. Y, por cierto, me encanta lo que le pides a la literatura. Hablemos de tus novelas, finalmente una editorial se ha dado cuenta del enorme potencial que tienen y la noticia ha llegado con tu último trabajo "Los Pasajeros". Cuéntanos algo de ella.

—Los Pasajeros es una novela que se aleja un poco de mi producción habitual pasada y futura. He explicado las razones en alguna otra parte, pero en resumen te diré que no quería ofrecer al público una novela de mero entretenimiento en estos momentos tan difíciles. Creo que lo mejor será que los lectores respondan a esta pregunta [Risas]

—Te deseo mucho éxito en tu nueva andadura acompañado por B de Books. Muchas gracias por querer participar en el juego intrascendente de esta mente inquieta.

—Mil gracias a ti por tu amabilidad y por contar conmigo para este “cuestionario Proust”. También te deseo suerte en tu aventura literaria. 

martes, 22 de abril de 2014

Sant Jordi


Sant Jordi es una ocasión especial, cargada de simbolismo y buenas vibraciones. 


Es una celebración que se vive en las calles de la ciudad de Barcelona como ninguna otra. 

Los lectores salen de sus plácidos rincones, de sus espacios de confort, se mezclan con la gente, se relacionan con el entorno. 

Deambulan alegres y risueños entre libros y rosas, rosas y libros. 

Es un día laborable y en las oficinas se cambia de tema, hoy no es el juez Silva o Blesa los que copan las tertulias a pie de café. Hoy es el turno de los que esgrimen la pluma, los que componen palabras, los que recrean sueños.
En institutos y colegios los libros de texto pasan a un segundo plano y las novelas y los cuentos toman el protagonismo.
Pero sobre todo es el día de los lectores. Ellos que durante todo el año acunan los libros que otros escriben, les dan calor y sentido. Algunos, incluso, comparten sus gustos y opiniones ayudando a las historias a crecer y llegar más lejos. 

Disfrutad de este maravilloso día y que el sol nos acompañe.


¡Feliz día de Sant Jordi!


martes, 8 de abril de 2014

Entrevista con Teo Palacios

—Nací en 1970 (estoy viejuno) en Dos Hermanas. He vivido en Barcelona y Galicia y me dedico desde 2008 a escribir novelas. Mi primera obra publicada fue Hijos de Heracles. Luego llegaron El Collar Maya y La Predicción del Astrólogo. Formé Factoría de Autores junto a Concepción Perea, lugar desde el que impartimos talleres de narrativa y ofrecemos servicios editoriales. Y hago radio, colaboro en prensa…

—Hola, Teo. En primer lugar, gracias por aceptar participar en este experimento literario con el que me lo paso tan bien, te prometo que no te va a doler. Y ahora cuéntame, ¿tú dónde compras el Tiempo. Es que no entiendo cómo haces para abarcar tantas cosas y compaginarlas con la escritura.

—Gracias a ti por querer conocerme un poquito mejor. El tiempo… Lo siento, pero no puedo decirte el gran secreto; al aumentar la demanda subiría el precio y bastante mal está ya la cosa… Que se lo digan a Momo. En realidad, no me da tiempo a llegar a todo, recorto del sueño, de no salir con los amigos, de la familia… ¡Qué te voy a contar que tú no sepas!

—Pues vaya, yo que pensaba que hoy solucionaría todos mis problemas y me dejas como estaba. En fin, empecemos con el cuestionario.

1. ¿Qué rasgo de tu personalidad como escritor destacarías?
La constancia

2. ¿Qué cualidad esperas de un escritor o escritora?
Que vuelque su pasión en las historias que escribe.

3. ¿Qué esperas de tus amigos cuando les das a leer un manuscrito?
Que me digan lo bueno y aprieten fuerte en lo malo.
 
4. ¿Cuál crees que es tu principal defecto a la hora de escribir?
Tengo que ser más autocrítico. Aún más.

5. ¿Cuál es tu ocupación favorita?
Impartir clase, leer. Disfrutar de mis perros. ¡El cine!

6. ¿Cuál es tu sueño de felicidad?
No tengo de eso. Procuro ser feliz con lo que tengo.

7. Si pudieras ser otra persona ¿quién te gustaría ser?
¿Puedo ser yo mismo pero sin comerme el coco para llegar a fin de mes?

8. ¿Dónde te gustaría vivir?
Donde sea, siempre que esté rodeado de la gente a la que quiero.

9. ¿Cuál es tu lugar favorito para escribir?
En el despacho, escuchando música de fondo.

10. Tus novelas favoritas son:
Pff… El Señor de los Anillos, Shogun, El Médico. Hay demasiadas.

11. Esas novelas que no pudiste terminar por…
Porque me aburrían.

12. Tu héroe o heroína de ficción
Turin Turambar

13. Tu pintor favorito
No soy muy de pintura, pero lo que hace Darren Baker me parece increíble.

14. Tu compositor favorito
Mark Knopfler

15. El escritor o escritora que más admiras
Tolkien es mi escritor favorito, pero admiro a todos los que peleen por sacar adelante sus libros.

16. ¿Qué talento natural te gustaría poseer?
Tocar bien (pero bien, bien, bien) la guitarra. O el piano. O la batería.

17. ¿Qué le pides a la literatura?
Que me emocione

18. ¿En qué momento considerarías que has triunfado en la vida?
El triunfo está sobrevalorado. Prefiero sentirme bien con lo que hago.

19. ¿Cómo crees que será tu vejez?
Tranquila, por favor…

20. ¿Cómo desearías morir?
Sin perder la dignidad.

21. ¿Cuál es tu lema?
Trabaja.

—Me resulta muy difícil escoger una sola de tus respuestas porque hay unas cuantas que me han tocado la fibra, pero voy a hacer un esfuerzo y me quedaré con la 20. La dignidad debería ser de prescripción obligatoria. ¿En qué estás trabajando en estos momentos? ¿Nos adelantas algo del proceso de preparación de tu próxima novela? 
—Hace un par de meses envié mi última novela a mi agente, Deborah Albardonedo, y está en manos editoriales. Espero poder decir algo pronto. Ahora trabajo en una nueva historia que transcurre a caballo entre el sur de Francia y la zona de Burgos durante la ocupación napoleónica. Acabo de leer un tratado de 1805 sobre el arte de la curtiduría como parte de la documentación y estoy trabajando en la creación de los personajes, que es una de las facetas de escribir que más disfruto.
  
—Ha sido un gustazo compartir este ratito contigo. Te deseo mucho éxito en todos tus proyectos.

—Muchísimas gracias por la entrevista. Y que sepas que sigo viendo La tumba compartida junto a La Predicción del Astrólogo en muchas librerías ;) 

miércoles, 2 de abril de 2014

El paciente sano

A causa de algo que he leído estos días, recupero un artículo que escribí hace unos años y que provocó que recibiese la airada carta de un médico al que no le hizo mucha gracia mi tono irónico. 

Vayan por delante mis disculpas, si hay algún médico en la sala, y quiero dejar claro que respeto muchísimo esa profesión, tanto como cualquier otra. Es este un ejercicio reflexivo sobre una clase de individuo en concreto, cuya personalidad se ajustaría a este perfil independientemente de la profesión que ejerciese. 

Y no tiene nada que ver contigo, Javier, que eres un médico excelente.
Sin más preámbulo aquí os dejo el artículo revisado y actualizado.
La enfermedad es una mala compañera que se empeña en seguirnos durante el tiempo que dura nuestro periplo vital y que a veces, incluso nos alcanza. Una vez en su saco nos vemos obligados a relacionarnos con esa inestable raza de seres humanos que dedican su vida a la sanidad. 

Hasta que no estás delante de un médico no comprendes realmente qué significa estar enfermo.

La salud es igualmente tirana y caprichosa. ¿Alguien se ha sentido completamente sano alguna vez? ¿Alguien ha experimentado la terrible y aterradora sensación de que todo en su cuerpo funciona como un reloj?
La medicina apuesta por el hombre (y la mujer, por supuesto) enfermos. Busca en lo más recóndito y oculto ese diagnóstico que poner en la ficha abierta. Porque no hay nada más inútil para la sanidad que una persona sana.

Mi padre siempre decía: Si vas al médico, entras siendo un hombre sano y sales convertido en un enfermo. Y si tienes la mala pata de que te envíe al cirujano, estás perdido, enseguida descubrirás que operar es la única solución y antes de darte cuenta estarás en el quirófano contando hacia atrás
Mi padre era un filósofo desaprovechado.

Antes, cuando entrabas en la consulta del médico, ya tenía el boli apuntando en la receta y ahora, cuando abres la puerta de la consulta, le ves sentado ante su ordenador, con las dos manitas colocadas sobre el teclado, cual secretaria eficiente a punto de redactar una carta oficial. 

Si eres tímido, padeces fobia social, si no te gusta el sexo con tu marido, tienes el síndrome de la mujer inapetente, cuando eres viejo y tus huesos se rompen, sufres de osteoporosis, tus pecas tienen muchos puntos para convertirse en "carcinoma". Y, lo máximo ya, si eres valiente y aceptas que te hagan un estudio genético, podrás descubrir qué enfermedades padecerás en el futuro, así tendrás tiempo de prepararte para la dura tarea de ser un enfermo modelo.
El culto al cuerpo, el querer ser físicamente perfectos, podría llevarnos a creer que lo contrario corresponde a un ser enfermo. De ahí a considerar a los feos como seres a erradicar... La televisión, sobre todo en su publicidad no para de bombardearnos con la idea de la salud, la salud, la salud. 

Hay que tomar magnesio para los nervios, potasio para las uñas, vitaminas para el cerebro, soja para los huesos, los cereales son malos, la fibra es buena, el aceite, de oliva, la margarina, vegetal, la leche, sin lactosa, o de soja, con omega 3...
En la sociedad que estamos construyendo entre todos debemos vigilar a los "nuevos Knock" que van apareciendo en el horizonte. Médicos como el personaje de la obra teatral "Knock o el triunfo de la medicina", estrenada en 1923. 

Esta obra describe la llegada del doctor Knock a un pueblecito cuyos habitantes vivían con la idea de que no necesitaban atención médica. Se consideraban personas sanas, hasta que su idea de salud fue modificada por las "artes" de este maniático y obsesionado médico, cuyo poder radicaba en su conocimiento de la vulnerabilidad del ser humano cuando se le sitúa frente a la muerte.

Knock: "La salud no es más que un nombre, al que no habría inconveniente alguno en borrar de nuestro vocabulario. Por mi parte, no conozco sino gente más o menos afectada por enfermedades más o menos numerosas, de evolución más o menos rápida...1"
Según Knock, un hombre sano es un enfermo mal diagnosticado.

1Knock ou le triomphe de la médecine de Jules Romains, seudónimo de Louis Farigoule, novelista y autor dramático francés, que escribió entre otras Les hommes de bonne volonté, en veintisiete tomos y murió en París en 1972, a la edad de 87 años.