martes, 18 de diciembre de 2007

Grageas, 100 cuentos breves de todo el mundo

(ilustración de Carlos Nine)

Introducción
Sergio Gaut vel Hartman

CUENTOS

Diez ochenta y seis, Gustavo E. Abrevaya
Anathema sit, Daniel Alcoba
Trenes desaparecidos, Cristian Aliaga
Los chicos crecen, Germán Amatto
El sol (XIX), Esther Andradi
Competencia, Olga Appiani de Linares
El poder de la fe, Martha Argel
S.O.S., Erna Aros Pensa
Lecturas, Márgara Averbach
El deunkoza, Edgar Omar Avilés
Orfeo y Eurídice, la realidad, René Avilés Fabila
Descenso, Luisa Axpe
En un día de verano marciano, amor, Helena Bandeira
Bacon, Carlos Barbarito
Currículum, José Ángel Barrueco
Economía, Sandra Becerril Robledo
Biotopía, Bernardo Fernández (Bef)
El sanador, Antonio Bellomi
Destripe, Alejandro Bentivoglio
Mecanografía, Ricardo Bernal
La Franja, Claudio Biondino
Mariposas, Nuria C. Botey
In pelli veritas, Hélène Calvez
La primera vez, Doris Camarena
Ondina, Abelardo Castillo
Todo lo importante, Antonio J. Cebrián
Las ciudades se levantan, Alberto Chimal
La novela perfecta, Francisco Costantini
El precio de la utopía, Roberto de Sousa Causo
Qué ves cuando me ves, Marcelo Di Lisio
Morir en casa, morir despacio, Marcelo Di Marco
Utopía de la bailarina, Pablo Dobrinin
Primer contacto, Hernán Domínguez Nimo
Ya nadie cree en la magia, Carlos Duarte Cano
Cambio, Miguel Esquirol
Suspensión en el aire I, Jorge Etcheverry
Sueños eléctricos, Santiago Eximeno
Teatro nocturno, Marcial Fernández
Tejiendo hechizos, Ruth Ferriz
Enamorada del muro, Zulma Fraga
La memoria de las piedras, Jacques Fuentealba
Quitamanchas, Adam Gai
La Sirenita, Elvio E. Gandolfo
Puta informática, Rubén García Cebollero
Los cuarenta ladrones, Luisa María García Velasco
El señor Tsé es un optimista, Ezequiel Gaut vel Hartman
Percusión, Eduardo Abel Gimenez
Primer Beso, Pablo Giordano
Títeres sin hilos, Ricardo Germán Giorno
La chica plástica, Manuel Girón
Luciérnagas, Vladimir Hernández
Electrofilia, Juan Diego Incardona
Blowin'in the wind, Sylvia Iparraguirre
Sandra, Tatjana Jambrisak
Cenicienta, Leonardo Killian
El manifiesto oculto, Miguel Ángel López Muñoz
Zona de detención, Marcelo Luján
Previsiones para leer a Julio Cortázar, Ángel Maldonado Acevedo
Satori, Leo Masliah
El escritor, Laura Massolo
La libertad, Víctor Montoya
La presencia, Vicente Muleiro
Amigos en un parque, Juan Pablo Noroña
Teorema, Carlos Orsi Martinho
Olor a tierra mojada, José Vicente Ortuño
El hechizo de Van Gogh, Araceli Otamendi
Paraíso perdido, Gloria Pampillo
Extinciones, Pilar Pedraza
El despegue, Jean-Pierre Planque
Al final del camino, Juan Pomponio
Cómo se salvó la humanidad, Khristo Poshtakov
El paseo, Beatriz Pustilnik
Historia de una santa, Rogelio Ramos Signes
Los espejos enfrentados o el énfasis de vivir secretamente, Nela Rio
Mariposa, Ana Cristina Rodrigues
No quiero ser como ellos, Lady Rojas Benavente
Camina despacio, Antonia Romero
Odín, Paula Ruggeri
La creación del perdón, Luis Saavedra
Hombres de barro al sol, Alejandro Sahoud
Narciso 2050, Angélica Santa Olaya
Virtual, Domingo Santos
Todo lo sólido se desvanece en el aire, Saurio
Tecnogamia, Federico Schaffler
En la ciudad vacía, Lewis Shiner
Pájaros, Ana María Shua
De abandonos, Susana Silvestre
El régimen alimenticio de los caballos, Fernando Sorrentino
La oferta del pecado, Patricia Suárez
Doscientas cincuenta palabras, Verónica Sukaczer
Un trozo de cielo, Susana Szwarc
Escribe, respira, escribe, Gabriel Trujillo Muñoz
Generación espontánea, José Ramón Vila (Txerra)
Uno de misterio, Luisa Valenzuela
Frankfurt, Pablo Valle
Los laberintos, Soledad Véliz Córdoba
Reflexión sobre la carestía de la escritura, Joao Ventura
Revelación, Alicia Zavala Galván
Utópolis, José Luis Zárate
Fracasador, Sergio Gaut vel Hartman


A Sergio Gaut vel Hartman, gracias por haber pensado en mí.

9 comentarios:

  1. ¡Estás que te sales!
    Enhorabuena otra vez.

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  2. Anónimo9:12 p. m.

    Un libro muy interesante, Antonia. Enhorabuena.

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  3. Esta tarde entregamos libros a casi treinta autores que viven en Buenos Aires. A partir de mañana empezaré a enviarlos al interior de Argentina y a los autores que viven fuera del país, por lo que en pocos días más tendrás el tuyo, Antonia. No obstante, el contacto que ya se ha establecido, entre los blogs de los participantes, da cuenta de una nueva forma de compartir lo que se hace y potencia la apertura que de por sí existe desde el momento en que editamos un libro con cien autores. No por nada mi revista se llama Sinergia...

    Sergio Gaut vel Hartman
    http://www.nuevasinergia.com.ar/
    http://cuentosgvh.blogspot.com/

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  4. Enhorabuena, Antonia.
    Es un proyecto muy interesante.
    Conozco algunos de los nombre y se ve que hay un alto nivel de calidad.
    Saludos.

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  5. Estás que te sales...
    Felicidades

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  6. Gracias por vuestros comentarios. Estoy deseando leer todos los cuentos.

    Un abrazo

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  7. Anónimo6:09 p. m.

    En realidad no debería hacer esto, pero para adelantarte la lectura y que en llugar de 99 sólo tengas que leer 98, copio aquí el cuento más breve de la antología. Espero que disculpes mi atrevimiento al abusar de tu hospitalidad...

    La primera vez
    Doris Camarena

    Para ella era la primera vez. Sus ojos cerrados, sus labios entreabiertos. También para el muchacho era la primera vez. Deseaba no cometer una torpeza. Luego, con ademán decidido, tomó el escalpelo y procedió a iniciar la autopsia.

    Sergio Gaut vel Hartman

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  8. Es un cuento estupendo el de Doris. Para mí fue un reto tener que expresar en tan solo 250 palabras, algún sentimiento. Se nota que el editor tenía ganas de exprimir a los autores para sacarnos esa gota que todos nos reservamos por si acaso.

    Vuelvo a dar las gracias a Sergio y sigo esperando con ansia.

    Felicidades a Doris.

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  9. Ay, Antonia: cuidadito con lo de la gota. A ver si alguno imagina mal y supone que la gota es de esa sustancia roja, tibia, levemente salada... Explotar a los escritores está lejos de mi intención y mucho menos vampirizarlos. Pero tienes razón en algo: exprimirlos y sacarles el jugo que atesoran en su interior (y que a veces ellos mismos ignoran poseer) es casi una misión que me he empeñado en llevar adelante. Como compilador, usaré el exprimidor de cítricos con la mano derecha mientras con la izquierda sigo empuñando la fibra de corregir.

    Sergio Gaut vel Hartman

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