miércoles, 1 de diciembre de 2010

Mírala, mírala...


Hace años estuve ya en la capital de España, pero entonces fue una experiencia amarga, que muchos ya conocéis, por culpa de una mal llamada editorial. Recuerdo que apenas pude ver la Rendición de Breda a través de las lágrimas.

Pienso resarcirme y verme el Prado de punta a punta.

Y la ciudad, si el frío me da un poco de tregua, que soy de las que se acobarda.

A la vuelta os cuento.

5 comentarios:

  1. Ya nos contarás a tu regreso.

    Besos.
    G

    ResponderEliminar
  2. Me atrevo a asegurar que en esta ocasión te ha ido mucho mejor, ¿que no?
    Enhorabuena de nuevo y ha sido todo un placer haberte conocido, escritora.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Espero que esta vez hayas podido rendirte al encanto de la ciudad... A mí me persiguen los fantasmas que habitan en los cuadros para contarme sus historias, me acompañan por los pasillos del Prado y no me sueltan hasta que están convencidos de que, en alguna parte de mí, han germinado musgos fantásticos y cuentos que nunca saldrán a la luz...

    Tengo la convicción de que alguno no pudo resistirse al rastro de tinta que nos delata...

    ResponderEliminar
  4. Esperamos tu regreso, Antonia. Esta vez irá de maravilla, seguro!!
    Un placer, guapa. Besos...

    ResponderEliminar
  5. A todos: ha sido una experiencia inolvidable y voy a compartirla con vosotros.

    Besos

    ResponderEliminar