He recibido un mail de una editorial ¡más güais ellos! Me dicen que están interesados en mi novela Peso cero ¡qué ilu! Me ofrecen la posibilidad de publicármela ¡qué detalle! Yo, ya, haciendo castillos en el aire, aquí una almenita de nada, allí pondré la ventana de colores...
Mira que ya lo decía mi padre, ¡Antoñita, que nadie da duros a cuatro pesetas!
Resulta que ellos tienen la delicadeza y consideración de publicarme mi novela, previo pago por mi parte de los costes totales y después, siguiendo con su talante delicado, ¡me dan el 50% de las obras! ¡Qué generosos! Si es que en esta vida aún queda gente honrà, no sé por qué van diciendo por ahí que ya no hay. Eso lo dice gente como mi amigo Fuckowski ¡que es más mal pensao!
Como el marido que le pega a su mujer y después le dice ¡no te quejes que te podía haber matao!
Cuando era pequeña, participé en unos juegos florales y quedé segunda. La que ganó se fue de viaje a Melilla y me escribía postales explicándome el calor que hacía y lo aburrido que era aquello. Otro año que tenía que cantar en el concierto de fin de curso, elegí "Cantares" de Machado y Serrat, pero mi profesor me hizo cambiarla por "La Saeta" porque la otra ya la habían cantado el año anterior. La mañana del concierto me puse mala ¡con una febrada! No sé como mi madre no se dio cuenta de que el termómetro había sido "manipulado" (las bombillas ¡cómo calientan!). Cada semana echo a la primitiva aunque no quiero, pero es que me sé los números (que siempre he echado a los mismos) y aunque no quiera tengo que hacerla porque si me entero que han salido ¡me muero! o me matan, que no sé que es peor. No quiero que me pase como a mi padre que sus últimas palabras en el lecho de muerte fueron para la Santa Primitiva, pero al paso que voy...
Cuando le preguntaba a mi abuela si era guapa, me decía que era "mu salá", cuando le preguntaba a mi madre si me quería me respondía "cómo no te voy a querer". Supongo que quería decir que sí.
Así que llegado a este punto de mi vida, con cuarenta años y sabiendo ya quién son los Reyes Magos y el Ratoncito Pérez, he pensado que les voy a decir que no. Que no hace falta que se tomen la molestia de poner mi novela en una máquina impresora de esas que hacen mil impresiones (o más) por minuto y se dediquen a hacer libros con mis ahorrillos. Que no es necesaria tanta molestia.
Total, cualquier día me toca la primitiva...
Mira que ya lo decía mi padre, ¡Antoñita, que nadie da duros a cuatro pesetas!
Resulta que ellos tienen la delicadeza y consideración de publicarme mi novela, previo pago por mi parte de los costes totales y después, siguiendo con su talante delicado, ¡me dan el 50% de las obras! ¡Qué generosos! Si es que en esta vida aún queda gente honrà, no sé por qué van diciendo por ahí que ya no hay. Eso lo dice gente como mi amigo Fuckowski ¡que es más mal pensao!
Como el marido que le pega a su mujer y después le dice ¡no te quejes que te podía haber matao!
Cuando era pequeña, participé en unos juegos florales y quedé segunda. La que ganó se fue de viaje a Melilla y me escribía postales explicándome el calor que hacía y lo aburrido que era aquello. Otro año que tenía que cantar en el concierto de fin de curso, elegí "Cantares" de Machado y Serrat, pero mi profesor me hizo cambiarla por "La Saeta" porque la otra ya la habían cantado el año anterior. La mañana del concierto me puse mala ¡con una febrada! No sé como mi madre no se dio cuenta de que el termómetro había sido "manipulado" (las bombillas ¡cómo calientan!). Cada semana echo a la primitiva aunque no quiero, pero es que me sé los números (que siempre he echado a los mismos) y aunque no quiera tengo que hacerla porque si me entero que han salido ¡me muero! o me matan, que no sé que es peor. No quiero que me pase como a mi padre que sus últimas palabras en el lecho de muerte fueron para la Santa Primitiva, pero al paso que voy...
Cuando le preguntaba a mi abuela si era guapa, me decía que era "mu salá", cuando le preguntaba a mi madre si me quería me respondía "cómo no te voy a querer". Supongo que quería decir que sí.
Así que llegado a este punto de mi vida, con cuarenta años y sabiendo ya quién son los Reyes Magos y el Ratoncito Pérez, he pensado que les voy a decir que no. Que no hace falta que se tomen la molestia de poner mi novela en una máquina impresora de esas que hacen mil impresiones (o más) por minuto y se dediquen a hacer libros con mis ahorrillos. Que no es necesaria tanta molestia.
Total, cualquier día me toca la primitiva...
Dice un preverbio aéreo:
ResponderEliminar'Si los desaprensivos volasen, los aviones llevarían bocina'
En realidad no dice 'desaprensivos'. Dice otra cosa, pero tampoco son horas de ser políticamente incorrecta.
Y lo peor de todo es que no se comprometen con la distribución del libro, es decir que Dios sabe dónde se va a distribuir o si terminarás tú en medio de la calle vendiéndolos a las puertas de una panadería. Me parece bien tu respuesta: PUES VA A SER QUE NO.
ResponderEliminarNi de coña, es un libro demasiado bueno para que tenga una primera edición cutre y sin distribución.
ResponderEliminarAunque no te toque la primitiva, tranquila alguna editorial con cara y ojos que te haga una edición como Dios manda, y si no es Dios, quien sea.
Como oí decir una vez, el tiempo y la gravedad, ponen a cada uno en su sitio, salud y paciencia.
"Negocio redondo: usted me da el dinero y yo hago 100 bocatas de calamares. 50 son para usted"
ResponderEliminarTiene huevos. El timo de la estampita estaba bastante más elaborado.
Bah. No te preocupes, Antonia. Peso Cero verá la luz, seguro. En buenas condiciones. Te lo digo yo, que soy un pesimista...
Besos
Disculpales, Antonia, lo tienen que intentar. Sino, ¿de que viven?
ResponderEliminar¿Porqué no acompañas tu negativa con una propuesta en condiciones más favorables para ti?. Quizás las editoriales sean más receptivas de lo que creemos. Peso Cero lo vale.
Por cierto, parece que al final no tengo que ir a la India. a veces los problemas se resuelven solos...
Suerte. Y paciencia.
C'est la vie mi querida niña...
ResponderEliminarDonde habite un escritor deseando ser leído, habrán mil buitres acechando su arte.
Yo tengo alguna anédota parecida, y encima y colmo, aún se piensan que les debes algo...
En fin...
Ánimo que todo llega y vales...
Este tipo de "editoriales", por llamarlas de algún modo, no son más que imprentas caraduras.
ResponderEliminarA ese respecto está este formidable formidable artículo de Rodolfo Martínez, en el que creo que mete el dedo en la llaga.
Jajaja, a mí me hicieron lo mismo, una de esas editoriales se llama Atlantis, buscaban "escritores noveles con talento", les envío por e.mail la primera parte de mi novela (previa advertencia de que ya está registrada, que no me fío ni de mi coleta izquierda), y me mandan un mail diciendo que es maravillosa, que los personajes son estupendos, que los diálogos están bien acotados, que no han hallado ninguna corrección por hacer, y ensalzan el dinamismo y la imaginación, YO MÁS CONTENTAAAA!!!!
ResponderEliminary ME sueltan: HEMOS SELECCIONADO SU OBRA PARA PRÓXIMA PUBLICACIÓN EN SEPTIEMBRE-OCTUBRE.
Y me adjuntan un presupuesto, ME QUEDÉ FRITA DE LA RISA!!!!
Bueno, al menos me quedó la satisfacción de que se la leyeron, porque me resaltaron un par de frases que también son mis favoritas y pa eso hay que tragar. Ahora me han mandado un mail para que les envíe el resto de la obra, pues "a su entender" tiene tantas posibilidades que podría ser interesante reconsiderar el presupuesto inicial y hacerme algún descuento. JA!!! LO QUE QUIEREN ES SABER EL FINAL, QUE LES DEJÉ ENGANCHADOS, SE VAN A JODER, JUAJUAJUA!!!!
Por cierto, estoy incomunicada en mi casita del campo, por eso estoy tan callada, ahora estoy de visita en casa de mi hermano y me he apoderado de su ordenata sólo para venir a verte, chata, un besote bien grande y TE DESEO QUE TE LO PASES AL MENOS LA MITAD DE BIEN QUE ME LO ESTOY PASANDO YO, me estoy poniendo fuertorra en el campo, nado, voy en bici, monto a caballo, soy pisoteada a caballo, cojo ratas y persigo sapos, AYER COGÍ UN CARACOL ASI DE GRANDE!!!! pero se me escapó al rato, se arremangó la falda babosa y echó a correr como un endemoniado, ASÍ NO HAY QUIEN PRACTIQUE LA CAZA MAYOR EN ESTE PUEBLOOOO!!! Tengo unos vecinos alemanes que cada vez que me ven haciendo volar una cometa vienen a hacerme fotos, y cuando paso con los perros o con la bici me saludan a gritos. TOY MÁ FELISSSSSS!!!!!!!
Venga, BESITOOOOOOOOOOOOOOS!!!!!
Sí, a mi padre le pasa lo mismo con la primitiva, el gordo y no se que más.. Siempre echa los mismos números y a terminado esclavo de sus pasiones... Lo peor es que cuando se marcha de viaje, tengo que echarsela yo...
ResponderEliminarCiao Antonia,
ResponderEliminarLo que más me preocupa de todo lo que cuentas es lo de la primitiva. Yo llevo echando los mismos números como unos 15 años. Jugaba siempre con mi padre y una semana que el gafé de él no la echó, nos hubieran tocaron 4, dígase la máxima a la que aspiraba en mi tierna adolescencia. Ahora que aspiro a los 6, el complementario y toda la parafernalia, como resulte que el día que acierte tengas los mismos números que yo, no sé si me alegraré o te odiaré para siempre...
Un beso
Mónica
Enhorabuena por tu blog.(Yo no tengo de esto, eres muy moderna)
Solo queria decirte que me ha gustado la novela, que estoy segura que mucha gente la ha leido y que se vayan a robar a un banco.
ResponderEliminarMe encanta tu blog (topicazo)
Un abrazo
Cdaae
¡Mandalos a la mierda!
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