jueves, 27 de septiembre de 2012

Entrevista con Félix Jaime



Félix Jaime nació en Madrid en 1961. Terminó los estudios de Arquitectura Técnica en 1987, profesión que le ha proporcionado el sustento desde entonces. Es viudo y tiene un hijo de diecisiete años. Es un hombre divertido e irónico, buen compañero, siempre dispuesto a ayudar y compartir ideas con otros escritores. Este mes de septiembre, la editorial Planeta, dentro de su nuevo sello digital Tagus, ha publicado su novela "El hombre de Grafenek", una estupenda obra que tuve el gusto de leer hace unos meses.



Hola Félix ¿Cómo está yendo la publicación de tu novela y cómo valoras tu experiencia con la autopublicación?

Hola, Antonia. Pues de momento va bastante bien. Tagus ha comenzado su andadura hace poco y creo que ha transcurrido poco tiempo como para hacer balance, pero las expectativas parecen buenas. En cuanto a la autopublicación, la veo como la única alternativa a la publicación por una editorial al uso, y es tan digna y respetable como la otra.

1. ¿Qué rasgo de tu personalidad como escritor destacarías?
La capacidad de observar. Me encanta observar a la gente en mi entorno, en una conversación, andando por la calle…Y la imaginación. Esa observación suele terminar en situaciones delirantes que mi crea mi cerebro. Otro rasgo importante es la curiosidad. Una curiosidad infinita, de siempre.

2. ¿Qué cualidad esperas de un escritor o escritora?
Que despierte mi interés. Únicamente eso, con todo lo que eso conlleva, por supuesto. Que me emocione, que me haga reír, o llorar, o seguir leyendo hasta que se me caigan los párpados. Yo no busco distraerme leyendo, o al menos no busco sólo eso.

3. ¿Qué esperas de tus amigos cuando les das a leer un manuscrito?
Ahora ya nada, jajajaja…A mis amigos digamos cercanos, del entorno, dejé de dejarles manuscritos cuando descubrí que siempre me decían lo mismo, que escribía mejor que Cervantes. Su opinión no me servía para nada. Ahora les envío el manuscrito a unas cuantas personas de la red, que son mucho más rigurosas y que también escriben. Una de ellas es Blanca Miosi. Su opinión cuenta mucho para mí.


4. ¿Cuál crees que es tu principal defecto a la hora de escribir?
La inconstancia. Puedo escribir veinte páginas en un día, estarme sin tocar el cuaderno una semana, volver, escribir dos páginas… Reconozco que soy muy inconstante a la hora de ponerme a escribir.

5. ¿Cuál es tu ocupación favorita? (sin contar la escritura)
Viajar. Es algo que me apasiona. Y la lectura y el cine. Por ese orden o al revés, según el momento.

6. ¿Cual es tu sueño de felicidad?
Poder vivir algún día de lo que escribo, para tener tiempo para seguir escribiendo, y más tiempo para viajar. El verano pasado leí “Corazón de Ulises”, de Javier Reverte. El viaje que se describe en ese libro es el tipo de vida que me encantaría poder alcanzar algún día.

7. Si pudieras ser otra persona ¿quién te gustaría ser?
Javier Reverte, jajajaja… No lo sé. Tantas… Admiro mucho a los héroes, pero a los héroes de verdad. Vicente Ferrer, Albert Camus, Howard Roark, el arquitecto protagonista de “El manantial”…

8. ¿Dónde te gustaría vivir?
En el Trastévere, en Roma. O en Carcasonne, en Francia. En la parte nueva, no en la ciudadela, jajaja

9. ¿Cuál es tu lugar favorito para escribir?
Un sillón cómodo, en cualquier lugar, aunque en el pueblo de mi suegra es en donde más a gusto me encuentro y más me inspiro. El silencio es tan absoluto por la noche que a veces hace daño.

10. Tus novelas favoritas son:
Ufff, muchas. Por decir algunas, “El nombre de la rosa”, “Sostiene Pereira”, “1984”, “Niebla” y “Zorba el griego”

11. Esas novelas que no pudiste terminar por…
Por pereza, sueño, o manifiesta incapacidad intelectual para asimilarlas. “Cien años de soledad”. No pude pasar de la cuarta página, y reconozco que es un problema mío. Tanto “realismo mágico” llegó a desconcertarme. Y el “Ulises”, de Joyce.

12. Tus héroes y heroínas de ficción
Ulises (el homérico), Howard Roark, Atenea y Zorba el griego.


13. Tus pintores favoritos
Van Gogh, Antonio López, Edward Hopper, Magritte. Escher, Dalí, El Bosco, y todos los del siglo XIX español.

14. Tus compositores favoritos
En clásico me encantan Barroco y Renacimiento. Purcell, Marin Marais…En música moderna, CRC, Los WHO, Pink Floyd, Beatles, Bob Marley, Madness, Miles Davis, Kenny Burrell, Lou Reed, REM…

15. El escritor o escritora que más admiras
Una pregunta muy difícil. Diría Albert Camus. Y Gerald Brenan. Y Delibes, Delibes también.

16. ¿Qué talento natural te gustaría poseer?
Tocar la guitarra eléctrica como Mark Knopfler y Carlos Santana juntos, y cantar como Freddy Mercury.

17. ¿Qué le pides a la literatura?
Más que a la literatura, a la que respeto por encima de todas las cosas, a los que se ocupan de ella: precisamente eso, respeto.

18. ¿En qué momento considerarías que has triunfado en la vida?
En el momento en que pudiera dedicarme por entero a lo que me gusta, que es viajar y escribir, sin tener que preocuparme de los ingresos para subsistir.

19. ¿Cómo crees que será tu vejez?
Jajajaja…Mi vejez está a la vuelta de la esquina, Antonia. No creo que sea de ninguna manera, pero me encantaría que fuera plácida, tranquila, y con la cabeza en mi sitio.

20. ¿Cómo desearías morir?
Esa es una buena pregunta. La muerte que más me ha gustado últimamente ha sido la de Tom Wilkinson en “Exótico Hotel Marygold”. Tranquilo, sentado en una silla de mimbre, observando a un flamenco levantando el vuelo… Me encantaría morir así.

21. ¿Cuál es tu lema?
Más que un lema, es una forma de vida. Se trata de una frase de Voltaire: “No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defendería hasta la muerte tu derecho a decirlo”. Mientras no seamos capaces de respetar las ideas del otro, no nos moveremos en ninguna dirección.

¿Tienes en mente alguna historia? ¿Estás ya trabajando en otra novela?
Pues sí, estoy retomando una historia que empecé a escribir hace unos años y que dejé aparcada cuando surgió el Grafeneck y la novela anterior, que no vio la luz por su falta de calidad. Trata sobre las relaciones humanas, sobre la frontera que aparentemente existe entre los que manejan el poder y los que lo sufren.

Estoy muy contenta de tenerte en mi blog, Félix , espero que tu novela tenga el éxito que se merece. Muchas gracias por tu tiempo.

Me encanta charlar con alguien que, como tú, conoce perfectamente las inquietudes que nos sacuden a los que no podemos dejar de escribir de vez en cuando. Espero que todo te siga yendo fenomenal, y que volvamos a encontrarnos en otra ocasión. Recibe un fuerte abrazo.



martes, 4 de septiembre de 2012

¿Las novelas para jóvenes deben ser asépticas?

Es algo que me pregunto mucho estos días. ¿Una novela juvenil debe ser aséptica? ¿Sin sexo, sin política, sin dolor, sin traiciones, sin padres malos y amigos crueles? ¿Se puede llamar negro a una persona de color y un adolescente puede llamar "moro" a un marroquí dentro de la trama?
 
Tengo muchas dudas, no creáis. Cuando hablo con mis hijos me doy cuenta de que todos esos temas están en su vida, forman parte de su día a día. Les preocupa el futuro, se preguntán cómo será su vida dentro de unos años. Se interesan por el sexo y sufren cuando se sienten traicionados.
 
¿Entonces las novelas que escribimos para ellos deben "limpiarse" de todos esos temas que muchos consideran tabú para la adolescencia?
 
Claro, muchos diréis, bueno si la trama lo exige, o sea, si está justificado, pues adelante. Evidente, no pretendo decir que haya sexo después de un partido de hockey en el que los protagonistas acaban de conocerse. Tampoco sería lo normal.
 
Hay gente que cree que lo que ocurre en la vida real no debe ser plasmado en los libros, si estos están dirigidos a los jóvenes. Que los libros juveniles deben "aleccionar" al lector, mostrarle cómo deberían ser las cosas, no cómo son.
 
¿Os parece ético este planteamiento? Se trataría entonces, de utilizar la literatura para jóvenes como un medio de inculcar nuestros falsos valores. Falsos porque no se corresponden con la realidad.
 
¿Harry Potter puede matar, pero no puede hacer el amor? Para cualquier adolescente sería mucho más lógico y sano hacer lo segundo, antes que lo primero ¿verdad?
 
Estoy escribiendo una saga juvenil y a veces, me pregunto cosas...