-Doctor, me cuesta un imperio levantarme temprano, tengo dolor en las articulaciones, mis ojos están cansados, a veces digiero mal lo que como, se me cae el pelo y ya no puedo subir las escaleras de dos en dos. A veces tengo la sensación de que nada tiene sentido y me sobreviene una gran tristeza. En cambio otras me encuentro pletórico y lleno de ilusión.
El médico asentía con la cabeza al escucharle, mientras revisaba los análisis y las radiografías que el paciente traía consigo.
-¿Es grave doctor? Sobre todo dígame si tiene solución.
-Pues verá, una vez hecho el diagnóstico y revisadas todas las pruebas, no hay duda. La enfermedad que le aqueja es mortal de necesidad.
El médico asentía con la cabeza al escucharle, mientras revisaba los análisis y las radiografías que el paciente traía consigo.
-¿Es grave doctor? Sobre todo dígame si tiene solución.
-Pues verá, una vez hecho el diagnóstico y revisadas todas las pruebas, no hay duda. La enfermedad que le aqueja es mortal de necesidad.
El paciente palideció y se agarró con fuerza a los reposabrazos de la silla.
-Se llama Vida, es un mal que desgasta mucho y para el que solo hay una cura.
Morirse.
No estoy apurada por llegar al final :-) Besos.
ResponderEliminarUy, yo tampoco, prefiero seguir enferma! Cariños
ResponderEliminarYo también prefiero no curarme.
ResponderEliminarMe gustaron los relatos.
Un abrazo.