Queridos Reyes Magos:
Quiero que sepáis que ya os he perdonado por no traerme la bicicleta a pesar de haberla pedido año tras año y también he superado lo del Nenuco y la Nenuca. Aprendí a ir en bici con la del Fernan que como era de chico no tenía escapatoria y me fui con ella al suelo unas cuantas veces. Mis piernas guardan las marcas. Lo del Nenuco fue más duro porque la Nuri estrenaba cada año sus nuevos complementos y le encantaba enseñármelos. Sin embargo, todo eso no tiene importancia porque gracias a vosotros descubrí que la ilusión estaba dentro de mí y que podía acudir a ella siempre que lo deseara.
Metida en la cama, con la sábana hasta las orejas y los ojos muy apretados, no quería que me pasara como a mi amiga Angelita que se levantó, les vió y ya nunca más volvieron a su casa. Yo me tapaba los oídos para no oír y me quedaba dormida hecha un ovillo hasta que mi hermano venía a despertarme en medio de la noche: “ya han venido”.
A pesar de la edad no dejo nunca de enviaros mi carta y este año no iba a ser la excepción, así que allá van mis peticiones:
1.- Salud, una cosa muy cara cuando no la tienes y en la que no reparas cuando la disfrutas.
2.- Amor. Que me quieran mucho, todo el tiempo y sin descanso (por pedir que no quede)
3.- Una batería para el ordenador, eso de tener un portátil que en realidad se cree un fijo es un mal rollo.
4.- Una habitación propia, con un rinconcito en alguna parte me conformo. De eso sabía mucho Virginia Wolf.
5.- Y lo más importante: TIEMPO y VOLUNTAD. Sin ellos no soy nadie.
Os doy las gracias por ser tan generosos; y comeros los polvorones pero no me dejéis el suelo lleno de migas.
Pd: Lo de pedir Paz para el mundo lo dejo por imposible, pero si podéis hacer algo, aunque sea poquito, no os cortéis.
Quiero que sepáis que ya os he perdonado por no traerme la bicicleta a pesar de haberla pedido año tras año y también he superado lo del Nenuco y la Nenuca. Aprendí a ir en bici con la del Fernan que como era de chico no tenía escapatoria y me fui con ella al suelo unas cuantas veces. Mis piernas guardan las marcas. Lo del Nenuco fue más duro porque la Nuri estrenaba cada año sus nuevos complementos y le encantaba enseñármelos. Sin embargo, todo eso no tiene importancia porque gracias a vosotros descubrí que la ilusión estaba dentro de mí y que podía acudir a ella siempre que lo deseara.
Metida en la cama, con la sábana hasta las orejas y los ojos muy apretados, no quería que me pasara como a mi amiga Angelita que se levantó, les vió y ya nunca más volvieron a su casa. Yo me tapaba los oídos para no oír y me quedaba dormida hecha un ovillo hasta que mi hermano venía a despertarme en medio de la noche: “ya han venido”.
A pesar de la edad no dejo nunca de enviaros mi carta y este año no iba a ser la excepción, así que allá van mis peticiones:
1.- Salud, una cosa muy cara cuando no la tienes y en la que no reparas cuando la disfrutas.
2.- Amor. Que me quieran mucho, todo el tiempo y sin descanso (por pedir que no quede)
3.- Una batería para el ordenador, eso de tener un portátil que en realidad se cree un fijo es un mal rollo.
4.- Una habitación propia, con un rinconcito en alguna parte me conformo. De eso sabía mucho Virginia Wolf.
5.- Y lo más importante: TIEMPO y VOLUNTAD. Sin ellos no soy nadie.
Os doy las gracias por ser tan generosos; y comeros los polvorones pero no me dejéis el suelo lleno de migas.
Pd: Lo de pedir Paz para el mundo lo dejo por imposible, pero si podéis hacer algo, aunque sea poquito, no os cortéis.
Y ahora me voy a la cabalgata.
Id pronto a dormir y que se cumplan vuestros deseos, pero pensad bien lo que pedís es muy feo eso de revender los regalos en ebay.
Me ha gustado mucho tu carta. ¿Te han traído lo que querías? Eso espero.
ResponderEliminarBesos.